EL CARÁCTER DEL LIDERAZGO

Convertirse en un gran líder es un trabajo muy duro. Los retos son grandes, los obstáculos importantes, pero las recompensas magníficas.

El desarrollo de las capacidades del liderazgo no empieza por el concepto en sí de liderazgo, sino que se construye desde el carácter.

El modelo de liderazgo por carácter propone básicamente dos cosas. En primer lugar, el liderazgo va de dentro a fuera. Tu carácter enfatiza el liderazgo. En segundo lugar, el contexto lo es todo. Cada entorno de liderazgo es diferente y la conducta del líder debe ajustarse para encajar en el grupo y la situación de la cual va a ser responsable.

El modelo tiene su origen entre los griegos y consta de estos siete elementos:

– La fe es liderar desde unos valores positivos esenciales que se demuestran a través de las acciones y hechos.

– La justicia es liderar haciendo lo correcto, aun cuando sea costoso y difícil; haciéndolo de forma generosa y estimulando la responsabilidad del equipo y de la persona.

– La templanza es practicar la humildad en el liderazgo personal, junto con el autocontrol y la pasión.

– Esperanza es liderar de forma sincera y convincente, articulando un futuro brillante, especialmente en entornos complejos y con perspectivas sombrías.

– La sabiduría es liderar aplicando con efectividad el conocimiento y la experiencia acumulados a las situaciones del momento.

– Amor es liderar demostrando una genuina preocupación, atención y compasión hacia las personas.

– Coraje es liderar de forma valiente aprovechando las oportunidades y gestionado los retos.

Este modelo puede servir para comenzar el viaje del liderazgo basado en el carácter. El liderazgo necesita de una fuerte componente de carácter, y este modelo provee de un faro con el que poder navegar.

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